Aprende a sobrellevar el dolor

ADOPTA UNA NUEVA ESTRATEGIA PARA CONTROLAR EL DOLOR.

CONTROLA EL DOLOR ANTES DE QUE EL DOLOR TE CONTROLE A TI  

Cuando quieras controlar un dolor leve o moderado, recuerda que tú tienes el control. Si las cosas no van bien, es hora de que cambies de estrategia. Estos pasos pueden ayudarte a dominar el dolor para que puedas volver a vivir la vida como tú quieras. Recuerda, si el dolor empeora o persiste, consulta a tu médico de inmediato.

Tu mente juega un papel muy importante a la hora de sobrellevar y combatir el dolor por eso, es importante que mantengas una actitud adecuada para afrontar el dolor y tratar de alcanzar un mayor bienestar. Intentar no centrarte en el dolor, mantenerte distraído/a con alguna actividad o mantener una actitud positiva pueden ser algunos de los ejemplos que puedes seguir para no centrarte en ese dolor leve u ocasional y superar esa sensación tan molesta.

A continuación, te mencionamos tres pasos que puedes seguir para establecer un plan con el que puedas aprender a controlar el dolor.

PASO 1 

Cuídate

Es posible que hayas escuchado antes eso de «cuídate, que nadie lo hará por ti», pero ¿qué significa realmente en este caso? Vamos a explicarlo en pocas palabras: significa que te hagas responsable de tu propia salud; en tu caso, de tu dolor. Establece una buena relación con tu médico y el equipo que te atiende para que puedas hacerles preguntas y describirles lo que sientes.  

PASO 2  

Haz un seguimiento del dolor

Si tienes un dolor ocasional que se repite cuando se dan ciertos patrones, como un dolor de cabeza o un dolor menstrual, sería interesante que anotases qué comes o qué has hecho durante ese día para conseguir entender de dónde viene e intentar prevenirlo o sobrellevarlo. Cuanto más detalle mejor, por ejemplo: qué has comido; cómo te has sentido física, emocional y mentalmente ese día; y cómo has dormido la noche anterior. Todos esos factores pueden afectar al dolor.

PASO 3

Ten en cuenta que habrá días mejores o peores

Es inevitable.

Un día, podrías darte cuenta de que no puedes hacer algo que llevas haciendo desde siempre. Si eso sucede, trata de concentrarte en todas las otras cosas que SÍ PUEDES hacer en lugar de en lo que no puedes hacer.